Los productos electrónicos traen enormes beneficios para la sociedad, nuevas oportunidades de desarrollo, ayuda para enfrentarnos a desafíos climáticos y sanitarios así como mejoras en la innovación, ciencia y educación. Sin embargo, traen asociada consigo una amenaza real y muy grave: la obsolescencia programada.
Esto es, la programación del fin de la vida útil de los productos electrónicos: se fabrican pensando en su fecha de caducidad al cabo de X años.
En el artículo sobre por qué tu móvil tiene fecha de caducidad encontrarás más información sobre qué es la obsolescencia programada, qué tipos existen y algunos ejemplos.
¿Por qué existe la obsolescencia programada?
Para el sistema actual de producción supone una gran cantidad de beneficios económicos, ya que la sociedad se encuentra continuamente renovando estos productos.
Unido a la falsa necesidad de estar siempre a la última que fomentan algunos mensajes publicitarios y a las escasas (y poco visibles) opciones para reparar, resultan la combinación perfecta para que la rueda económica del capitalismo no se detenga.
Sus consecuencias ambientales son de enormes proporciones, no solo por el aumento de las emisiones de CO2 y del uso masivo de materias primas y tierras raras, si no también porque la mayoría de los residuos acaban en montañas de basura.
Según datos del informe The Global E-Waste Monitor 2020, en 2019 se recogió y recicló el 17,4% de los residuos electrónicos a nivel mundial, lo que significa, que el otro 82,6% fueron desechados en vertederos.
Este estudio también señala que se trata de una problemática a nivel global, pues Asia es el mayor productor de residuos e-waste (24,9 Mt), seguido de América (13,1 Mt), Europa (12 Mt), África (2,9 Mt) y Oceanía (0,7 Mt).
Dentro de Europa, España se encuentra entre los 5 países que más generan residuos electrónicos (20-25 kg de e-waste per cápita), junto con Francia, Reino Unido, Noruega, Suecia o Finlandia.
Sin embargo, como consumidores críticos y conscientes podemos combatir la obsolescencia programada de varias maneras. A continuación te contamos 4.
1. La información es poder
Conocer las opciones para reducir, reparar y reutilizar antes que reciclar o desechar es lo primero que un consumidor responsable debe saber.
En caso de reciclar o desechar, se deberá hacer de forma correcta. Pero en relación a la basura electrónica, existe una gran confusión y desinformación sobre cómo manejar estos residuos.
En muchas ocasiones se tiran a la basura «normal» materiales que deben ser separados y tratados de forma especial, dado que contienen algunos componentes tóxicos.
La mejor forma de deshacerse de productos electrónicos es a través de los Puntos Limpios, que son lugares especialmente habitados para su correcta gestión. En esta web, podrás encontrar el más cercano a tu localidad.
2. Alargascencia, el directorio de establecimientos a nivel nacional
Alargascencia es un proyecto de la ONG Amigos de la Tierra donde aparecen los establecimientos para reparar, alquilar e intercambiar objetos así como comprar productos de segunda mano a lo largo del territorio nacional.
3. Reparar antes que tirar
La nueva modificación de la Ley de Consumidores, que entrará en vigor el 1 de enero de 2022, amplía la garantía de los bienes a 3 años y los fabricantes estarán obligados a reparar sus productos durante 10 años desde el momento en el que se dejan de fabricar.
De esta manera, el Gobierno plantea acciones concretas en el camino hacia la economía circular, poniendo sobre la mesa más opciones para que los consumidores puedan reparar sus bienes antes que desecharlos y alargando así, la durabilidad de los productos. Desde la asociación, apoyamos y defendemos el derecho de los consumidores a poder reparar y a elegir esta práctica antes que comprar un producto nuevo y desechar el que se tiene.
Además de esta acción, diferentes organizaciones y asociaciones llevan años movilizándose para luchar contra la obsolescencia programada de los productos, como es el caso de los Repairs Café, un lugar para donde trabajan personas voluntarias expertas en reparar diferentes objetos: ropa, muebles, aparatos electrónicos y eléctricos, juguetes, bicicletas, etc.
O de la Fundació Deixalles en Palma de Mallorca, que recoge aparatos electrónicos «viejos u obsoletos» y son reparados por personas en proceso de reinserción laboral. A continuación, estos productos se ponen a la venta como segunda mano.
4. Adquirir productos atemporales y no dejarse llevar por las tendencias
Las modas son pasajeras, sin embargo si se compran productos que se necesitan o que realmente nos gustan, los utilizaremos por mucho tiempo, por lo que evitaremos desecharlos cuando la moda pase.
Los productos de comercio local o hechos de forma artesana son productos de mejor calidad que aquellos producidos de forma industrial; son originales ya que se trata de piezas exclusivas y la mayoría son fabricados en España, respetando las condiciones laborales.
La obsolescencia programada es uno de los peores enemigos de la economía circular, ya que persigue objetivos totalmente opuestos.
Mientras que la economía circular se centra en convertir residuos en recursos, la obsolescencia programada fomenta la producción de más residuos y el consumo continuo de nuevas materias primas.
Desde ADICAE ponemos a tu disposición diferentes guías y material gratuito para crear consciencia en las compras del día a día. En esta web, puedes descargarte de forma gratuita diferentes guías sobre economía circular en PDF.
Además, en nuestra agenda puedes consultar los diferentes eventos sobre economía circular que llevamos a cabo a lo largo del territorio nacional.