La reforma del sector eléctrico que va a aplicar el Ministerio de Industria va poco a poco desvelando su letra pequeña. Y en los detalles está el diablo. Según fuentes de la propia industria, la reforma aplicará criterios más restrictivos que los actuales, de manera que se reducirá a la mitad el número de beneficiarios del bono social. Al resto de consumidores se les va a dejar de aplicar el límite máximo de tarifa (TUR) por lo que verá la factura aumenta progresivamente con el único criterio que la «sostenibilidad» económica del sistema.
La nueva normativa fija unas rentas mínimas para poder acogerse al descuento del bono social (algo más del 20%): el 120% del salario mínimo interprofesional o SMI (10.841 euros al año) para una primera persona de la familia; el 70% para una segunda persona con ingresos (7.588 euros al año) y el 50% del SMI (5.420 euros al año) para terceras y siguientes.
Además se tendrán que seguir cumpliendo los requisitos personales recogidos hasta ahora en la regulación del bono social: tener contratada una potencia inferior a 3 kW; superar los 60 años y contar con una pensión mínima; ser familia numerosa y formar parte de una unidad familiar con todos los miembros en paro.
En contraposición de lo declarado por el Secretario de Estado de Energía, el sector calcula que se reducirán a la mitad los actuales tres millones de usuarios beneficiarios de este descuento. Además, este descuento, que actualmente se les aplica a los beneficiarios por el bono social, va a verse reducido en un 3,41%.
Ante esta reforma, ADICAE va a realizar alegaciones al Anteproyecto de Ley del Sector Eléctrico que supone una pérdida de oportunidad de regular un sistema eléctrico que ha demostrado ser inviable e insostenible. Esta reforma tiene como único objetivo el de que los consumidores soporten el déficit de tarifa, que ha sido generado por una mala regulación y gestión del sistema eléctrico, y que no se va a solucionar con esta reforma ya que sin cambiar el funcionamiento del sector tan sólo se va a continuar acumulando más deuda.
Esta reforma va a ser un gran varapalo para la economía de los consumidores, teniendo además en cuenta que somos el tercer país europeo que más pagamos por la luz, tan sólo por detrás de Malta y Chipre.