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España, uno de los países más caros de la UE para llamar por teléfono móvil

Según un estudio elaborado por la Comisión Europea, España es  el cuarto país más caro de la Unión para llamar por teléfono. Puede resultar más barato llamar a un teléfono español o mandar un sms desde el extranjero que hacerlo desde el propio país. España se encuentra a la cabeza de los países más caros de la Unión Europea para hablar por teléfono. De los 27 países que conformaban la UE en julio 2013, cuando la Comisión Europa publicó un estudio comparativo sobre los costes de telefonía en cada uno de los estados miembro, España era junto con Malta, el cuarto país más caro para llamar con el móvil.

Según este informe, los españoles pagan de media unos 13 céntimos al minuto por llamada, sin contar los 15 céntimos del establecimiento de llamada, mientras que la media en los países europeos es de 9,1 céntimos.

En el caso del envío de mensajes cortos de texto, la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) establece un precio medio de 8,11 céntimos. Algunos ejemplos de costes elevados para los sms serían la tarifa de prepago ‘Habla Movistar’, que cobra 15 céntimos, o las tarifas de móviles de ONO, 9 céntimos. Estos costes superan incluso los límites establecidos en la Unión Europea para las tarifas de roaming (aquellas que se hacen cuando se va al extranjero), cuyo precio máximo son 8 céntimos por mensaje. Esto tiene como consecuencia situaciones ilógicas en las que el usuario paga más por un sms enviado desde España que desde Francia. Este precio máximo en los mensajes enviados en roaming descenderá a los 6 céntimos en 2014, según la regulación aprobada por la UE.

Ante la publicación de estos datos por parte de la Comisión Europea, el oligopolio de las compañías telefónicas en España puso el grito en el cielo criticando que no se hayan tenido en cuenta las últimas ofertas integradas que han presentado, como ‘Movistar Fusión’ o ‘Vodafone Integral’. Una solución, consistente en unificar en una factura los servicios de móvil, fijo y ADSL, que se vieron obligadas a tomar ante la continua pérdida de clientes en favor de los Operadores Móviles Virtuales, que ya suponen el 11,10% del mercado, según datos de la CMT de mayo de 2013.

Estas ofertas integradas han supuesto ciertamente una rebaja en la factura de muchos usuarios, pero esconden muchas trampas. Una de ellas es la denominada tarifa plana. Estos servicios suelen tener asociado para el teléfono móvil una supuesta “tarifa plana” en la cual el usuario paga una cuota fija independientemente de que consuma la totalidad de servicios incluidos en la misma o no.

SALE MÁS CARO LLAMAR EN ESPAÑA QUE AL EXTRANJERO

Por poner un ejemplo práctico, la compañía Vodafone ofrece a sus clientes la tarifa ‘Base2’, que incluye 100 minutos en llamadas a móviles y fijos nacionales, 1000 sms y 1 GB de datos por 15 euros. El problema se encuentra cuando el usuario consume la totalidad de los minutos contratados. Entonces, éstos empiezan a cobrarse por el desorbitado precio de 20 céntimos por minuto, más los 15 céntimos de establecimiento de llamada.

En el ejemplo citado volvería a producirse, a partir de 2014, la estúpida situación de que el usuario español pagaría menos si los minutos extra los consumiese desde otro país, puesto que el límite para llamadas realizadas se situará a los 19 céntimos.

Asimismo, se producen situaciones injustas para los ciudadanos españoles puesto que la misma empresa, Vodafone, ofrece a los italianos, una tarifa parecida, llamada ‘Vodafone Special’, pero con mejores condiciones (400 minutos de llamadas, 1000 sms y 2 GB) y a un precio más barato: 10 euros al mes.

«MERCADO ÚNICO» EN TELECOMUNICACIONES

Tal y como sostiene la Vicepresidenta de la Comisión Europea, Neelie Kroes, es necesario avanzar hacia un “mercado único” de las telecomunicaciones en la Unión Europea. Desde ADICAE consideramos que se deben dar pasos en ese sentido, extendiendo las limitaciones de precios de roaming a los servicios utilizados dentro del mercado nacional, para que dejen de producirse las situaciones anómalas antes descritas.

Es importante ejercer presión para que las compañías ofrezcan los mismos servicios a todos los ciudadanos europeos, con las mismas condiciones, evitándose disparidades tan grandes en compañías importantes con presencia en varios países, como lo son las cuatro principales de nuestro país.

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