La CNMC ha iniciado una investigación para analizar las comunicaciones y anuncios realizados recientemente por los operadores eléctricos con el fin de influir en la decisión de suministro eléctrico de los consumidores. Detecta Competencia que estos anuncios apelan al miedo de los consumidores ante unas reformas regulatorias que no aclaran muy bien en qué precio quedará la luz de los hogares.
Por esto, dice la CNMC en un comunicado que «los anuncios pudieran ser equívocos». La investigación, que no prejuzga el resultado final ni la culpabilidad de las entidades investigadas, se inicia en el momento en el que Competencia tiene conocimiento, a través de diversas informaciones publicadas en prensa, de nuevas comunicaciones escritas a consumidores y de anuncios públicos en medios de comunicación en relación a las opciones de suministro del consumidor doméstico.
Sospecha el regulador que estos anuncios pudieran ser contrarios al artículo 3 de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia (LDC). En particular, dichas comunicaciones o anuncios podrían ser equívocos, con el fin de inducir a los consumidores a adoptar decisiones poco meditadas jugando con el miedo del usuario ante un mercado, el eléctrico, absolutamente caótico e imprevisible gracias a los vaivenes del Gobierno.
A estos consumidores que reciben cartas de eléctricas se les aplicaba la tarifa de último recurso y actualmente se les aplicaría el precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) que lo sustituye. De acuerdo con la información recabada, coincidiendo con el reciente cambio regulatorio para el cálculo del PVPC y su régimen de contratación, las empresas ‘informan’ al consumidor de que las facturas de este PVPC serán incontrolables, imprevisibles, e inestables, dependientes como son del coste mayorista de la energía.
LA ELÉCTRICA SIEMPRE GANA
Frente a esto, las comercializadoras ofrecen dos opciones. La primera, la tarifa ‘estable’, el precio regulado no sometido al coste mayorista de la luz. Intencionadamente, claro está, mucho más costosa. Y la segunda, directamente, introducir al consumidor a las ofertas energéticas de mercado libre, que Competencia teme que puedan ser confusas para los consumidores y desequilibradamente beneficiosas para las empresas.
En este marco, la CNMC ya ha solicitado información a diversas empresas activas en el mercado de referencia y a otros agentes que pudieran haberse visto afectados por las citadas conductas. En caso de que como resultado de la información recabada se encontrasen indicios de prácticas anticompetitivas prohibidas por la Ley de Defensa de la Competencia, se procedería a la incoación formal de un expediente sancionador.