Tras la pandemia mundial de 2020, nuestros hábitos de vida se han visto cambiados de una manera forzada. Uno de ellos, ha sido el aumento del consumo de proximidad pero también nuestra forma de consumir, más consciente, responsable y exigente que antes. En nuestro artículo Cómo hemos cambiado nuestra manera de consumir con la pandemia te explicamos más sobre este tema.
Por eso, cada vez está más en boca de las personas, hablar sobre consumo responsable, alimentación saludable y sostenible y consumidores verdes. En este post queremos informarte sobre cómo fomentar el consumo de proximidad y cómo ayudarte a ser un consumidor consciente.
La forma de consumo actual: insostenible e injusta
Esta nueva forma de pensar a raíz de la COVID-19 no surgió de la nada, sino que lleva gestándose durante años como oposición al modelo económico actual (monopolios, alimentos de pésima calidad, trazabilidad desconocida, deforestación, contaminación, aumento de la pobreza y de las desigualdades, etc.).
Se ha hecho evidente que es una situación insostenible, precaria e injusta para la mayor parte de la población ya que al contrario que se piensa, el capitalismo no acabará con la pobreza ni con la contaminación.
¿Qué es el consumo de proximidad?
El precio de los productos se estipula teniendo en cuenta todo su ciclo de vida (desde que se recogen las materias primas hasta que se convierte en residuo). Por eso, cuando las grandes empresas son capaces de reducir drásticamente el precio de venta, alguien lo está pagando caro, a la vez que perjudica a los productores y economía locales.
Aquellos productos que compiten por precio, normalmente llevan asociado algo que se conoce como precio invisible -que pagamos de forma indirecta- y que representa las consecuencias de que se venda barato: no conocemos su lugar de origen, ni los estándares de seguridad que sigue, la contaminación que lleva asociado a lo largo de su ciclo de vida, las condiciones laborales de los trabajadores.
Uno de los factores que influyen en ser un consumidor responsable es el consumo de alimentos de proximidad, que trae beneficios ambientales, económicos y sociales y preguntarnos ¿De dónde viene? ¿Quién lo produce? ¿Bajo qué condiciones?
A continuación te contamos por qué comprar productos locales.
Ventajas y desventajas del consumo de proximidad
Como te comentamos antes, el consumo de alimentos locales lleva consigo una serie de beneficios ambientales, económicos y sociales. Aquí te los contamos:
- Contaminan menos: los productos de temporada y de km 0 no son transportados durante largos recorridos, por lo tanto, su distribución genera menos emisiones de CO2 y no se utilizan tantos embalajes para proteger los alimentos.
- Por esta misma razón, los alimentos locales suelen ser más frescos.
- Su trazabilidad es más sencilla ya que intervienen pocos agentes en la cadena de distribución.
- Tenemos la seguridad de que se han cumplido con todos los estándares de calidad (seguridad alimentaria, derechos de los trabajadores, no deforestación, etc.).
- Se enriquece la economía de la zona haciendo un hueco en el mercado a los pequeños productores, lo que aumenta la oferta y el mayor acceso a una alimentación saludable y sostenible para todo el mundo.
Como contrapunto, una de las principales desventajas del consumo de proximidad es que requiere de un esfuerzo inicial por parte de los consumidores.
De buenas a primeras puede resultar abrumador: la desinformación, el desconocimiento, las múltiples opciones de un mismo producto en cuanto a marcas y tipo de producto (light, 0.0%…), las ofertas engañosas, las grandes cadenas y la publicidad engañosa no nos lo ponen fácil con los anuncios publicitarios, etc. y esto hace que nos generen muchas dudas en relación a la calidad de los alimentos.
Y hacen por tanto, que las personas tengamos que informarnos y documentarnos sobre qué productos son mejores y qué criterios éticos, ambientales y sociales siguen. Te dejamos nuestra Guía de compra y consumo de alimentación saludable y productos sostenibles de calidad para el gran consumidor de todos los bolsillos, para que te ayude a elegir mejor.
Cómo ser consumidores y consumidoras responsables
Para ellodeberíamos al menos…:
- Reducir el consumo: planificar lo que necesitamos comprar y no dejarnos llevar por impulsos.
- Ser más activista y reclamar una protección sólida de los intereses y derecho de todos los consumidores.
- Consumir productos y contratar servicios locales y de segunda mano.
- Reutilizar, reparar y también rechazar (por ejemplo, el sobre envasado).
- Evitar plásticos.
Ser consumidores responsable implica comprar solo lo que se necesita teniendo en cuenta la calidad del producto y sus implicaciones ambientales y sociales.
En resumen, informarnos y preocuparnos de nuestras elecciones. Por eso desde Otro Consumo es Posible, un proyecto de economía circular de ADICAE creamos artículos, guías prácticas y llevamos a cabo iniciativas para ser críticos y críticas en nuestras compras.
2 comentarios en «El consumo de proximidad: la mejor opción para todos los bolsillos»