Cuando hablamos de economía circular no nos referimos solamente a un tipo de sistema o modelo económico. La economía circular es un cambio de paradigma respecto a la manera de producción y consumo por parte de las organizaciones y de los consumidores.
La economía lineal y sus consecuencias
Vivimos en una sociedad donde hemos interiorizado el “usar y tirar” de tal manera que el ciclo de cualquier producto siempre tiene un final predeterminado sin que este pueda volver a incorporarse en el sistema.
Desde la época de la Revolución Industrial, y posteriormente con el boom de producción y consumo en masa, hemos arrastrado esta mentalidad hasta el día de hoy. Las consecuencias han sido devastadoras para el planeta, afectando, como siempre, de forma más cruenta a los países más vulnerables.
Esta forma de extraer, producir y desperdiciar está llegando al límite de su capacidad desde hace años. Sin ir más lejos, según WWF (World Wildlife Fund), estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades a costa de los recursos naturales de las próximas generaciones. La economía lineal significa deforestación, erosión del suelo, sequías, pérdida de biodiversidad y, especialmente, cambio climático.
En septiembre de 2015 tuvo lugar la Asamblea General de Naciones Unidas, la cual aprobó la “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible», marcando como hoja de ruta 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Así los consumidores empezamos a vislumbrar acciones en pro de la economía circular y a favor de la lucha contra el cambio climático desde las instituciones europeas y administraciones publicas.
Los beneficios de la economía circular
La economía circular o «circular economy» es la alternativa. Un modelo más justo y sostenible que busca cambiar la manera en que la sociedad piensa cómo se ha de producir o consumir. En definitiva, de cómo hemos de vivir para que el planeta no llegue a la fase final del cambio climático.
Como consumidores debemos ser conscientes de las ventajas de la economía circular como nuevo sistema económico, pero también debemos ser partícipes activos en la transición hacia este nuevo modelo más sostenible.
Los beneficios de avanzar en la economía circular son múltiples, sobre todo para nuestro planeta y para nosotros como consumidores. La integración total de la economía circular significaría una reducción notable de los gases de efecto invernadero, así como un mayor control de la extracción de materias primas.
Qué podemos hacer como consumidores
Estos resultados afectan directamente a nuestra calidad de vida y, por tanto, a nuestra manera de consumir. En cualquier caso, con los productos de kilómetro 0, tendríamos acceso a alimentos recolectados o elaborados de forma sostenible, de más calidad y duración. Esto ayudaría a reducir nuestra dependencia de las exportaciones y a disminuir el uso de los plásticos de los embalajes.
También, y gracias a este nuevo modelo de consumo más sostenible, se podrán desarrollar nuevas áreas de trabajo de alta, media y baja cualificación. Así como lograr una mejora de la calidad de vida para los colectivos más vulnerables.
Desde Otro Consumo es Posible de ADICAE proponemos un marco sostenible y responsable que beneficie a los consumidores y frene el impacto ambiental para el planeta: la economía circular.
No te pierdas este vídeo en el que explicamos en detalle en qué consiste este modelo de consumo más justo y sostenible.