Durante los últimos años, cada vez se habla más sobre la energía verde y la posibilidad de considerar a la energía nuclear como una fuente de energía sustentable. ¿Pero sabes realmente qué es la energía verde y en qué consiste?
Lo primero que hay que destacar es que muchas veces se tiende a confundir la energía verde con las energías renovables, pero la verdad es que a pesar de que tienen ciertas similitudes, no son lo mismo. Y la diferencia radica en que toda fuente de energía verde puede ser clasificada como renovable, pero no todas las fuentes de energía renovable son de tipo sostenible.
La energía verde, también conocida como “energía limpia”, tiene como fuente de potencia recursos no contaminantes y a los que se puede acceder de forma permanente, como, por ejemplo, la luz del sol, el viento o al agua.
Mientras que, por otro lado, energías renovables como la energía hidráulica, no es verde debido a que, si bien procede de un recurso renovable, tiene un impacto contaminante de gases de efecto invernadero.
Cuáles son los tipos de energía verde y sus características
La energía verde se caracteriza por usar recursos inagotables de la naturaleza y no contaminar, por lo que es respetuosa con el medio ambiente porque no genera CO2. Y entre algunos de los tipos de energía verde se encuentran:
- Eólica: es un tipo de energía renovable generada por acción de la fuerza del viento (energía cinética producto de las corrientes de aire).
- Geotérmica: utiliza como fuente de energía el calor procedente del interior de la tierra de yacimientos geotérmicos, y no depende de la estabilidad de las condiciones atmosféricas.
- Mareomotriz: a través del uso de alternadores, la energía de las mareas se trasforma en energía eléctrica.
- Solar: emplea placas o paneles solares para aprovechar la radiación del sol y convertirla en energía de tipo eléctrico, o calentar distintos fluidos, como el agua de las viviendas.
¿La energía nuclear es una energía verde?
Una de las propuestas de la Comisión Europea es lograr que la energía nuclear sea considerada como una “energía verde”. Esto con la finalidad de conseguir la meta para el año 2050 de cero contaminantes, que transforme el enfoque de la economía y beneficie al medio ambiente.
Sin embargo, esta propuesta ha traído consigo numerosos cuestionamientos acerca de si la energía nuclear puede considerarse realmente como verde o no.
El programa sostenible de la UE, plantea que la energía nuclear sea una alternativa sostenible, que ayude a la reducción de residuos de carbono.
Los que apoyan esta propuesta aseguran que este tipo de energía puede ser sostenible y segura, una vez que se reciba el permiso de construcción de centrales nucleares alineadas bajo el nuevo enfoque, que representaría una solución al uso de combustibles fósiles.
Un informe científico publicado por el Joint Research Center (JRC), sostiene que esta clase de energía es una solución viable, que genera bajas emisiones de carbono y puede producir grandes cantidades de potencia de forma constante e independiente de las condiciones atmosféricas.
Por otro lado, los detractores de la idea argumentan que no se trata de una energía verde ni sostenible. Además de que el hecho de trabajar por el problema de los residuos radioactivos, solo traería consigo el retraso en el desarrollo de nuevos proyectos para abastecer ecológicamente las necesidades energéticas alrededor de mundo.
Algunas de las organizaciones que rechazan el uso de energía nuclear como alternativa verde, sostienen que su nivel de producción de CO2 es mucho más elevado que el de otras energías sostenibles actuales, ya que los reactores nucleares funcionan con combustible y, por lo tanto, producen gases de efecto invernadero.
Las personas que critican la propuesta exponen que un reactor necesita de uranio para funcionar, mineral que no es un recurso renovable; y también requiere de grandes cantidades de agua.
Este último un factor que juega en contra del clima que cada vez es más cálido. Además de que es una fuente de energía hasta seis veces más cara que otras de tipo sostenible, junto al riesgo de los desechos radioactivos que generan las centrales y que pueden ser un peligro durante miles de años.
Para los que rechazan la idea, la energía nuclear no es verde ni debería ser considerada como una posibilidad a futuro, ya que, en lugar de trabajar por un mundo más sostenible, solo estaríamos destruyéndolo.