Hoy en día podemos encontrar cada vez más opciones de alimentos saludables, ¿pero de verdad son tan sanos como dicen? Para responder a esta duda, vamos a conocer algunos casos de engaños en alimentación saludable y cómo puedes reconocerlos.
Arándanos falsos
Tal vez en más de una ocasión hayas comprado algún producto que incluye “arándano” como ingrediente. Pero muchas veces no se trata de arándanos reales, sino de un compuesto de azúcar, aceites hidrogenados, almidón y colorantes.
Si ves que la etiqueta dice arándanos crujientes o algo parecido, lo más probable es que sea un compuesto artificial para nada saludable.
Ensaladas con más calorías
Seguramente has visto cómo cada vez más cadenas de comida rápida y empresas de alimentos, incluyen opciones de “ensaladas saludables” dentro de su línea de productos.
Pero la verdad es que estas alternativas de ensaladas no son tan saludables como muchas personas creen. En la mayoría de las ocasiones tienen gran cantidad de salsas y otros ingredientes que suman grasas y gran cantidad de calorías.
Alimentos con azúcar sin refinar
Los azúcares sin refinar o el azúcar moreno no son opciones más saludables que el refinado. Lo mejor es siempre optar por productos que estén libres de azúcar y endulzar de forma natural con miel, frutas o panela.
Aceites poco saludables ocultos bajo otros nombres
En algunas ocasiones es posible que ciertas empresas escondan que utilizan ciertos aceites poco saludables, colocándolos bajo otro nombre entre los ingredientes de alimentos que aseguran ser saludables. Por ejemplo, el aceite de palma suele ser nombrado como grasa o manteca de palma, palmoleina, palmiste o sodium palmita.
Cómo reconocer los engaños en los alimentos saludables
Si quieres saber si los alimentos que consumes son realmente sanos, existen algunos consejos para reconocer engaños en los alimentos saludables que debes tener en cuenta.
Presta atención a los nombres terminados en “osa”
Lee los ingredientes de los alimentos procesados para identificar los ingredientes que terminan en “osa”, como, por ejemplo, sacarosa, glucosa, dextrosa o lactosa. Estos compuestos son azúcares libres conocidos como monosacáridos o disacáridos que deben ser eliminados de la dieta.
Cuidado con las etiquetas de “100% natural”
Muchas veces los alimentos que vienen con la etiqueta de “100% natural” o “totalmente orgánico” no son más que una estrategia engañosa de marketing. Por ello, siempre verifica cuáles son los ingredientes de los alimentos y no te dejes llevar solamente por lo que prometen.
No creas en los productos “light”
Las etiquetas de los productos light suelen decir que están libres de azúcares, pero esto no es completamente cierto. A veces sus palabras y las tablas comparativas que muestran son verdades a medias sobre la cantidad de azúcar que contienen.
Verifica los aditivos de nombres extraños
Con frecuencia pueden encontrarse productos alimenticios que tienen toda una lista de adictivos de nombres extraños. Y aunque en general los aditivos deben ser aprobados por las regulaciones para ser seguros, hay casos donde son ultraprocesados o incluso no están aprobados.
Y ahora que conoces cuáles son los casos más comunes de engaños en la alimentación saludable, serás capaz de reconocerlos y escoger opciones de alimentos menos procesados y más nutritivos.
Si quieres conocer más sobre esta problemática y cómo solucionarla, aquí te dejamos nuestro manual práctico sobre Consumo Crítico en Alimentación y, también, una Guía Rápida sobre Envasado Eficiente y la información que debemos reconocer en ella.