A nivel mundial, el mercado de las finanzas verdes se encuentra en pleno auge. ¿Pero qué son las finanzas verdes exactamente? ¿Y por qué algunas personas las consideran el “nuevo greenwashing”?
Para responder a esta y otras dudas, hoy vamos a conocer más sobre una de las actividades financieras de las que más se habla en la actualidad.
Finanzas verdes, qué son y qué hay detrás de esta nueva propuesta
Las finanzas verdes se refieren a una actividad financiera o inversiones relacionadas con productos y servicios, que tienen el objetivo de ayudar a minimizar el impacto del cambio climático y fomentar el desarrollo de proyectos verdes.
De acuerdo a las Naciones Unidas y diversos expertos, el financiamiento verde es fundamental para la creación de objetivos sostenibles, que garanticen una planificación de proyectos que sean más respetuosos con el planeta.
Este tipo de financiación podría favorecer a los proyectos que tengan como objetivos llevar a buen término obtener fuentes limpias de energía. Por ejemplo, algunos de los proyectos que podrían ser favorecidos por las políticas de las fianzas verdes son:
- Proyectos de economía circular.
- Planes para la conservación de la biodiversidad.
- Energía eficiente y renovable y eficiencia.
- Estrategias para la prevención y control de contaminantes.
- Proyectos para la utilización sostenible de los recursos naturales.
Numerosos proyectos pueden ser considerados para la financiación verde o bonos verdes, tras cumplir con determinados criterios establecidos por las organizaciones e instituciones encargadas de los bonos verdes. Además, ser sometidos a un selectivo proceso de evaluación y presentar informes detallados sobre su gestión.
Las críticas hacia el greenwashing que también las rodea
A pesar del creciente interés que las finanzas verdes han generado en todo el mundo, numerosos especialistas están comenzando a hacer críticas y cuestionamientos hacia lo que llaman el “nuevo greenwashing”, y el problema del insuficiente control sobre esta actividad.
Muchos han criticado los avances de proyectos financieros que han anunciado estar en la ola de la era verde y la sostenibilidad, pero que en realidad apuntan hacia otra dirección.
La principal crítica hacia los bonos verdes es la deuda de las empresas que se comprometen a la financiación de proyectos sostenibles. Las dudas surgen a partir de los informes sobre el tema climático y cómo este factor afecta la estabilidad de las finanzas.
Una de las denuncias a la moda de los bonos verdes es que la información no se puede cuantificar, debido a la falta de datos que las entidades han compartido de forma pública.
Una de las instituciones que cuestiona la eficacia de este modelo de financiación es el Banco Central Europeo (BCE). El BCE detalla que la banca, las aseguradoras y fondos de inversión en general, la reducción de su exposición a sectores productivos, se ve afectada por factores como ser grandes emisores o los riesgos del efecto climático.
Cada uno de estos tres sectores económicos anteriores, tiene un gran peso en las entidades financieras europeo. El BCE también dio a conocer que al menos un tercio de los créditos otorgados a la banca europea se ve afectado por los riesgos físicos de las consecuencias del cambio climático como, por ejemplo, las olas de calor, sequías, incendios e inundaciones.
Los sectores bancarios europeos son las instituciones más expuestas a este tipo de riesgos al otorgar créditos a compañías. Por otra parte, el BCE afirmó que existe relación entre las instituciones con menor solvencia y la financiación a compañías con sede en áreas que puedan ser afectadas por estos riesgos del cambio climático.
De acuerdo a los informes presentados por este organismo, las bancas con menor capital que estén expuestas a estas empresas pueden resultar más vulnerables.
El BCE advirtió que más de la mitad de los créditos de la banca están destinados a sectores que pueden verse afectados por las políticas del cambio hacia vías más sostenibles como la energía, la construcción y el transporte verde.
El riesgo de los fondos de inversión ante el cambio climático
Los fondos de inversión son otras de las actividades de las instituciones financieras que están muy expuestas a los sectores de industrias contaminantes. A esto se le suma la preocupación por las políticas de transición ecológica, y los riesgos que estas causarían en los fondos de inversión.
Según el informe, las compañías relacionadas con mayores emociones tienen una mayor influencia en los fondos de inversión. Solamente un 1% de los activos de estos fondos de inversión encajan dentro de los criterios verdes de la comisión del continente europeo.
Para el BCE es fundamental la obtención de datos sólidos sobre los riesgos climáticos, que puedan utilizarse para el desarrollo de estrategias alineadas con los objetivos de reducción de emisiones contaminantes.
Además de la necesidad de establecer modelos para analizar esta información como, por ejemplo, las pruebas de “test de estrés” que buscan ser una forma de conocer qué instituciones bancarias europeas sufrirán de los peores efectos de las consecuencias físicas de la crisis climática.